A dos meses justo del Ironman me doy casi de bruces con el.
Parece que ya siendo mi tercer Ironman ya vas de vuelta. Pero no es así. Siempre vienen sensaciones nuevas. Lanzarote es otra historia. El cuerpo todavía no ha tenido tiempo de coger tono y ya estamos en el mas alto volumen. Las semanas que quedan de aquí al ironman son para meter mucho volumen.
Para mi un objetivo tan cercano en el calendario de esta haciendo duro. Pero realmente aquí estriba lo bueno. Estar ante el objetivo más duro de la distancia ironman en España, hemos pasado por un duro invierno, como todos los inviernos y cuando llegan mejores días aquí lo tenemos casi el 23 de Mayo.
Estoy muy contenta por ello, aunque todavía salen peros. Pero hace frío para entrenar. Pero todavía los días son cortos. Pero todavía los niños el pleno curso escolar. Pero todavía hay mucho curro y pocas vacaciones.
Y es que Lanzarote es mucho Lanzarote.
Y lo mas será estar el 23 de mayo en el puerto del Carmen preparada antes de la bocina para los 226 kilómetros.
Me he dado de bruces con el objetivo que siempre quise tener en mis manos. A por ello
A entrenar duro!